La domótica ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años, haciendo que sea posible gestionar nuestro hogar de manera automática con nuestras preferencias tal como se veía en las películas de ciencia ficción. Gracias a esto es posible instalar en casa una cerradura inteligente que sea compatible con Homekit, aportando numerosas ventajas a los usuarios.
El sistema Homekit es un software de Apple que sirve para vincular, comunicarse y controlar varios dispositivos de las viviendas inteligentes, como pueden ser persianas, luces o cerraduras. El lenguaje que utiliza Homekit es compartido con los fabricantes de cerraduras, por lo que en la actualidad existe una enorme cantidad de cerraduras inteligentes en el mercado que son compatibles con este sistema.
Estas cerraduras son del tipo inteligente, además de ser compatibles con el sistema Homekit. El mecanismo de estas cerraduras suele ser electromecánico, una mezcla de componentes mecánicos y electrónicos. Dependerá de las prestaciones que tenga la propia cerradura inteligente, pero es seguro que todas ellas se pueden controlar con el software Homekit, por lo que usando el smartphone o la tablet se puede abrir y cerrar la cerradura, dar acceso a nuevos usuarios, eliminar accesos, realizar una apertura a distancia si se necesita o cerrar la puerta desde cualquier parte si nos la hemos dejado abierta.
El único mantenimiento que necesitan estas cerraduras es cargar la batería o cambiarle las pilas, su duración depende del uso que le demos diariamente, pero lo normal es que duren entre uno y cinco años hasta que se les agote totalmente la batería. Un aspecto positivo es que no hay que estar pendiente de ello, pues siempre incorporan algún tipo de notificación que nos informa de ello.
Una cerradura inteligente dispone de sistemas de protección contra los distintos métodos de robo de la actualidad, por lo que establece una sólida defensa ante el bumping, la ganzúa o el taladro. Para garantizar un nivel alto de seguridad, todas las cerrajerías profesionales recomiendan que tanto la cerradura como la puerta sean acordes la una a la otra, es decir, que de nada sirve que la cerradura sea de alta seguridad si la puerta es poco resistente.
Además cabe destacar que la posibilidad de controlar los accesos de la vivienda aporta una gran seguridad ya que siempre estaremos informados de todo lo que ocurre, incluyendo la posibilidad de que salte una alarma si la cerradura detecta que la fuerzan de algún modo y que nos envíe notificaciones de todo lo que queramos, por ejemplo si alguien se ha dejado la puerta abierta.